Esta crítica fue ampliamente comentada por futbolistas y algunos periódicos, pero fue pronto tachada de sexista y machista por la prensa de «privilegiar el físico de las deportistas antes que su juego». En 1870 hubo una nueva revuelta popular en contra de las levas de soldados para la guerra de Cuba, uno de cuyos principales focos estuvo en la entonces villa de Gracia -hoy un barrio de la ciudad-, que fue bombardeada por el general Gaminde durante cuatro días.