Dice la Lonely Planet que el escritor Graham Green dijo en una ocasión refiriéndose a esta iglesia que es como «una pompa de jabón sobre una roca». Quizás la mejor forma de terminar el día -quedan pendientes visitar el Museo Na Bolom y el Museo de Ambar- sea ascender cuando empieza a atardecer al cerro en el que se encuentra la Iglesia de Guadalupe, justo cuando los últimos rayos de sol iluminan su humilde fachada.